Otra consecuencia de esta reproducción de la cultura académica dentro de círculos muy limitados, parecidos en muchos aspectos a las comunidades de interacción “cara a cara” estudiadas por los antropólogos, es frenar o sofocar la crítica (a lo menos la crítica expresada en espacios públicos como seminarios o publicaciones). Aunque uno piense que los trabajos de Fulano en realidad son defectuosos, se abstiene de decirlo públicamente porque es “un amigo”, “un buen tipo” y la crítica puede ser tomada como un insulto personal y también podría ser motivo para que el criticado maniobre en el mismo círculo limitado para obstaculizar el acceso a beneficios (como puestos de docencia) de la persona que le ha criticado. ... . En vez de espacios de debate, más bien se forman grupos de admiración mutua y promoción recíproca dentro de los cuales la crítica es reprimida y se fomenta ‘la defensa colectiva contra toda jerarquización de los empeños’[1]. .
Alison Spedding, Una introducción a la obra de Pierre Bourdieu, Mama Huaco, 2015.
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