Ya lo comenzamos a conocer mejor. Mauricio Rodríguez es una persona profundamente confundida. Creemos que escribe bastante mal, tiene una lectura de comprensión pobrísima, la arrogancia y el ego desproporcionados, y una ganas tremendas de hablar de sí mismo. Y no le importa decir cantidad de tonterías, lo que sea con tal de llamar la atención. Resulta además que por pereza de los editores de los suplementos culturales bolivianos o simple falta de competencia, es la única persona que ha conseguido publicar al menos un artículo sobre literatura boliviana, en uno o más de los principales periódicos nacionales, cada semana desde Septiembre pasado. Un logro que festejamos con toda honestidad. Sin embargo, pensamos que si apenas va a haber un "crítico literario" en los medios locales, llenando páginas semana sí y semana también, no puede pretender hacerlo con esta clase de paparruchadas.
No es un accidente o un texto aislado. Ya repasamos dos de las "reseñas" de Rodríguez en este espacio, pero ha publicado tres más este mes (Septiembre), reincidiendo en los problemas que le habíamos notado. En algunos casos hasta empeorando los vicios diagnosticados: no fue capaz siquiera de escribir correctamente el apellido de Alison Spedding (y su editor ni lo notó, o no le importó) en uno de esos artículos. Al menos esa reseña era atrevida en su estructura, aunque fallaba en la ejecución. A Rodríguez le encanta usar la palabra "clisé", tal vez sin reparar que sus referentes y chistes son todavía más trillados. ¿Cómo lo sabemos? Pues él se encarga de amontonar listas de nombres, a menudo ajenos al tema en cuestión, en sus artículos. La nota sobre "Catre de fierro", de menos de 3500 caracteres, incluye dos docenas de referencias gratuitas.
Luego vino una reseña de "Warisata", olvidable de no ser porque desnuda el hambre de fama de Rodríguez, que no ve nada malo en publicar su artículo en las redes sociales, etiquetando a escritores famosos (Edmundo Paz Soldán et. al.) o directamente pegando el link en sus muros. ¿La prueba definitiva? Esta reseña se publicó simultáneamente en Los Tiempos, Opinión, y Página Siete. No sería la primera vez que eso sucede, aunque queda para la anécdota que al hacerlo Rodríguez consiguió poner en vergüenza al ya muy malogrado suplemento cultural de Opinión. Orgullosos de sumar a tan prolífico "crítico", los editores anunciaron la incorporación de Rodríguez como nuevo colaborador estrella... y él les pagó publicando la nota en dos medios de la competencia. Por cierto, ¿qué demonios pasa con ese suplemento? ¿Ahora cubre inauguraciones de friales? Nos parece fantástico que lo haga y sus periodistas quieran convertirse en cronistas sociales de la clase comerciante cochala, pero nos inquieta el tono de "esto lo he escrito para mis amigos", casi una broma privada, que tiene ese artículo en particular. Por supuesto que eso no viene al caso. Enfoquémonos en el texto de Rodríguez, que le ha merecido volver a aparecer, con tan larga introducción además, en este espacio:
- "Good bye Jaime Saenz" ¡Ay la insistencia de titular en inglés y de hacerlo sin usar bien el idioma!
- "Umbral escribe como mea”, dijo Miguel Delibes del escritor Francisco Umbral. Convengamos que Jaime Saenz no es Francisco Umbral. Pero convengamos que Jaime Saenz sabía orinar." ¿Entonces, esa provocadora analogía con la que comenzabas tu texto, en qué queda?
- Una pregunta no del todo tonta, ¿"Jaime Saenz" lleva tilde o no, porque Sáenz sí suele hacerlo?
- " Creo que logré un Deal with it a Jaime Saenz y tengo lentes de sol y un grupo de afro-raperos dicen: “¡Ohhhhhhh!”, y suena de fondo “Turn down for what”." Si tienes que explicar tanto tu chiste, no es un buen chiste.
- Por cierto, construye tu artículo haciendo referencia a un meme de hace casi un año atrás y tu texto ya no podrá entenderse pasado mañana.
- "1979. Latinoamérica era literatura: Onetti, Borges, Sábato, Rulfo, García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa." Suena bonito, pero no entendemos qué quiere decir esto. ¿En algún momento Latinoamérica "no fue literatura" (sic)? ¿Tiene algo que ver el Boom, que suele fecharse en la década anterior? ¿Y no sería mejor hablar del, por lo general insular, panorama literario en Bolivia?
- "Y Felipe Delgado es silencio más escritura decimonónica (lo peor de Benito Pérez Galdós it’s Alive!)." Otra frase efectista que combina inglés y castellano sin venir a cuento, y parece lapidaria pero en realidad en hueca y solo consigue confundir a los lectores.
- "Jaime Saenz despliega su maestría de narrador hasta el capítulo tres." ¿Dónde escuchamos esto antes? Ah, sí, Alison Spedding lo dijo primero.
- "asfixia su escritura con la teología de dejarse el cuerpo." Mucha gente se llena la boca con esto de "sacarse el cuerpo", ¿lo entenderán de verdad o usarán la frase como la usan esos que dicen "es cuestión de actitud" cuando hablan de un festival de cine?
- "Frases al estilo Arjona: “No te conoce ni te ve, pero te conoce y te ve”. A priori admitimos la similitud Arjonísitca, pero... ¿acaso no son conocidos los paceños por hablar así, en trabalenguas del sentido propiciados por una peculiar aproximación al castellano desde formas de pensar andinas? Es algo que, aún sin creernos del todo, estaríamos dispuestos a debatir; incluso si resulta que esa parasintaxis no es más que un invento urbano reciente.
- "Primera conclusión: a Felipe Delgado le sobran páginas." ¿Por parecerse a Arjona? Es el único argumento que brinda Rodríguez para sostener su afirmación.
- Muchos escritores bolivianos narran como señoras de cincuenta años que escriben cartas de quejas a revistas como Reader’s Digest. " ¿Dónde escuchamos esto antes? Ah sí, Alison Spedding lo dijo.
- "Clásicos en Bolivia: O eres un escritor prolífico o naces en un país pequeño donde los escritores anteriores prefieren ser políticos o médicos. " ¿Qué rayos son los "escritores anteriores"?
- "Y no existe escritura que traspasa el tiempo aunque sabemos que todo desaparecerá." ¿No le parece a Rodríguez que esto sí que suena a Arjona?
- "Tercera conclusión: todo país necesita sus clásicos y si no los tienen se construye como se construye a sus héroes: sobre arena." No. Arjona, no. Suena a Coelho.
- "Creación del mito (con Kristeva en Do mayor): " Puntos extra por aguantar siete párrafos sin lanzar una referencia gratuita. Pero... ¿en serio Kristeva? ¿Aquí? ¿Para Sàenz?
- "respóndeles (fumando y botando el humo con lentitud): “El Illimani se está”. Juraríamos, por la recurrente cita de frases "clisé" de Sáenz, que Rodríguez ha escuchado más sobre Sáenz, que haberlo leído realmente. Por algo será que se queja tanto de la longitud de la novela.
- "No leerán ochocientas páginas (Felipe Delgado)."
- "Tu mito crecerá (ahora pertenecerás al olimpo de Elvis Presley Inc.) No te leerán pero te aseguras un espacio en el arte (como el urinario de Duchamp)." Con estas dos referencias inútiles, y la confirmación de que de arte Rodríguez no sabe un carajo, el paceño tira por la borda la loable contención de los primeros párrafos.
- "Algunos easter eggs: Jaime Saenz escribió su novela con la máquina de Marcelo Quiroga Santa Cruz. La sonoridad de Felipe Delgado se asemeja al nombre de Alonso Quijano (nuestro Quijote aunque despojado de humor). Existen en toda la novela guiños al Loco, de Arturo Borda. Léase el capítulo X de la Parte segunda." Párrafo de relleno, calorías huecas al por mayor. ¿Aún así tienes la altura moral para criticar a Sáenz por "largo", cuando no eres capaz de evitar los ripios en menos de 3500 caracteres?
- "Se burlaba de Joyce (cuando bebía con amigos)." El síndrome Ricardo Bajo (de los paréntesis) ataca de nuevo. ¿El que se burlaba y bebía era Joyce o Sáenz o qué?
- Perdón, no es culpa de Bajo y su mal ejemplo, ni siquiera de la desidia de los editores, sino de los horrendos profesores de redacción que tuvieron estos periodistas/críticos/escritores.
- "Jaime Saenz odiaba la experimentación. Se burlaba de Joyce (cuando bebía con amigos). Cuarta conclusión: Felipe Delgado es lo que Saenz odiaba, pura experimentación. Pero a Jaime Saenz no le importa. Él es un clásico. Es intocable. Es un autor de culto. Y allí es donde gana y se coloca lentes de sol y suena de fondo “Turn down for what”." Este párrafo no tiene el menor sentido. ¿Sáenz pervive gracias a que no le importa el "éxito experimental" de Joyce? ¿A pesar de eso? ¡Qué demonios!
- Parece que a Rodríguez le molesta más que nada que Sáenz sea famoso y tenga imitadores .Se agarra de tonterías, críticas oídas antes que opiniones propias, y las repite. ¿Habría tenido las agallas para publicar este artículo si Alison Spedding no decía antes que Sáenz le parecía un escritor espantoso, aburrido, menopáusico?
- Viendo sus párrafos y oraciones tan sueltos, deducimos que Rodríguez también escribe como mea: en arranques, a chorritos intercalados por pausas. No es un torrente uniforme, vigoroso; característica no ya de un texto correcto, si no de una próstata saludable.
- Hablando de eso, menuda metáfora de mal gusto. Le vamos a echar la culpa de eso, popularizar cierta vulgaridad misógina de inicios del Siglo XX entre los escritores "anti Cornell", a Claudio Ferrufino. Ramón Rocha lo intentó en su momento, pero es apenas una versión PG-13 de eso.
- ¿Lo peor de todo? Olviden que las opiniones de Rodríguez sean debatibles, lo tenebroso es que el paceño se muestra incapaz de mantener un argumento, se contradice, parece que escribe sin saber qué quiere decir. Y así va camino de convertirse en el crítico literario más visible del país.
- A Rodríguez no le importa ser bueno o malo, le basta con ser visible.
- ¿Cuánta culpa tienen los editores de suplementos culturales que descargan artículos de Ecdótica sin apenas leerlos? ¿Es peor publicar esto que no publicar nada? ¿Un artículo robado de la prensa argentina o española, quizás? ¿Escribir algo original? ¿Encargar un artículo con tiempo razonable, pagado? ¿Buscar blogs mejor editados que Ecdótica, tan siquiera?
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