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completo aquí.
Todo
aquel que no quiera que las cosas que dice estén conectadas a su identidad
permanente tiene interés en el anonimato.
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El anonimato es vital para una sociedad abierta y libre. Nos
importa el anonimato en línea y fuera de línea porque permite a los individuos
expresar opiniones impopulares, observaciones honestas y quejas que, de lo
contrario, no serían escuchadas. Permite evitar represalias potencialmente
violentas de aquellos que puedan sentirse ofendidos, y desempeña un papel
central en la lucha para exponer los crímenes y abusos de poder.
Nos
importa el anonimato porque queremos una sociedad donde la gente pueda hablar honestamente.
El anonimato permite que las voces sean escuchadas —y las ideas juzgadas— en
función de su contenido, no de su origen. El anonimato puede ayudar a proteger
a un orador de la falacia lógica de los ataques ad
hominem (responder a los
argumentos atacando el carácter de una persona, en lugar del contenido de sus
argumentos).
Nuestra
sociedad no nos obliga a mostrar nuestros documentos de identidad o firmar
nuestros nombres antes expresarnos. Los valores que hemos desarrollado a lo
largo de muchas décadas se construyeron en el debate franco y de amplio alcance
que dicha libertad ofrece. Esos valores, incluyendo el anonimato en sí, deben
mantenerse en la era digital.
*
La libertad de expresión es reforzada cuando uno puede hacerlo
anonimamente. Existen muchas circunstancias donde una persona no hablará por
temor a represalias, un desequilibrio de poder inherente, u otra razón, o una
asociación de individuos no hablará a menos que esté segura de proteger la
identidad de sus miembros.
*
El anonimato no debe ser restringido a priori. La divulgación forzada sólo debe ocurrir una vez que se haya cometido un delito tipificado legalmente. Los derechos al debido proceso de un interlocutor deben ser respetados antes de identificar a esa persona en respuesta a una solicitud de hacerlo. Los regímenes legales deben garantizar un examen riguroso de los derechos de libre expresión y privacidad del interlocutor antes de forzar identificación alguna.
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SSi vi noseque peleas personales hace un tiempo pero me he puesto a leer lo que escriben y es nomas un poco como decían (en sus últimos articulos nomas le han bajado el tono parece para hacer parecer que les “interesa” la critica cuando sus comentarios no son generosos como tal, siempre atancando en re mala onda).. Sigue siendo un intento de waikear ocultando la mano. pueden buscar la justificación que quieran con su retorica (estan casi peor que masistas intentando tapar y ocultar y cagandola cada vez mas jodido, sean valientes), pero se nota que les jode que se los mencione porque en el fondo buscan joder sin poner su reputación en juego. Mas respetable sería poner nomas somos cobardes y queremos hablar mal de nuestro entorno anionimamente para continuar con nuestra hipocresia -en un medio cultural donde todos a final de cuentas se conocen y seguro que igual en sus caras a la gente le dicen “que interesante tu trabajo”. De qué represalias temen cuando la gente a la que hacen mierda se dedican a hacer cine o escribir de cosas de las que creen ustedes saber más, no creo que sean victimas. Pero claro su hipocresía y hasta a veces su adulacion son lo mismito contra lo que supuestamente luchan: provincianismo y mediocridad (que en un país de tanto llunku), cosas que no se ve ni en blogs de Argentina ni España (por ejemplo, o miren http://cine-invisible.blogs.fotogramas.es/ o el de la “Mirada encendida”) ni en los entornos donde de verdad se produce sin huevadas como estas, donde la gente no tiene tiempo para estar molestándose envidiosamente porque el nivel es alto y hay tanta gente que la cosa no tienen por que ponerse personal – a final de cuentas los meten a ustedes al juego porque USTEDES incitan a hacer personal las cosas. La neta es que los comentarios que estaban en esta pagina y que borraron mostraban el verdadero impacto que al parecer tenien en sus lectores, entonces en su intento de mejorar el nivel cultural en realidad fracasan (o alguien habrá pensado uta esos changos ubican intentaré ser mas como ellos y de pronto mejora el pais9). Alguien decia clarito que es como hacerse sentir bien ustedes haciendo sentir menos a otros o congrasiarse con otritos. Changos: la critica no es criticar, son otras las formas de análisis y valoracion. Una reflexión nomas pero en verdad me da rabia leerlos especialmente cuando se justifican, hasta alguna de las cosas que ponen puede ser tragable sin estas huevadas. Sean de verdad generosos ni que estuvieran con datos de la CAMC o el caso Nissman para jugar a que su vida peligra y son unos heroes.
ResponderEliminarBueno, se agradece que te hayas tomado el trabajo de leer varios de los textos, pero, igual, con este tipo de comentarios no llegamos demasiado lejos. Como la mayoría de comentaristas, no has hecho sino sugerir y decir cosas a medias, sin el esfuerzo de discutir, de mostrar, de interesarte con más garra por lo que (al parecer) te jode. Has dicho que siempre atacamos en “re mala onda”, pero no has puesto un sólo ejemplo de nuestra supuesta maldad. Ayudaría para saber a qué te refieres. ¿Alguna caja en particular? ¿Alguna reseña? ¿La denuncia de la falta de convocatorias públicas en una institución pública? Igual con tu acusación de somos nosotrxs quienes incitamos a un debate ad hominem o ad feminam (que no es lo mismo que personal, por si acaso). Lo mismo con nuestras razones para el anonimato, nuestra “retórica”. No es cuestión de reputación, sino de disociar la persona de sus ideas, de preservar una mínima libertad de expresión. Pero parece que esta idea es incompatible con una cultura muy primaria del honor, el particularismo, la corrección política y el valor masculino, muy acendrados entre muchos de lxs letradxs bolivianxs. Es increíble que el debate termine reducido a “sean machitos pues y den la cara”. Tú, claro, no te pasas el trabajo de pensarlos estos presupuestos, que das como naturales y que, al parecer, habría que preservar.
ResponderEliminarTampoco me parece generoso que hayas dicho que “algunas cosas serían tragables” en este blog sin mencionar cuáles son y cuales las que dan ganas de vomitar. Y de la misma manera, cuando hablas de adulación, no das un puto ejemplo. Tal vez puedes decir que lo que escribimos aquí no vale ese esfuerzo. Sería válido. Pero entonces eso nos diferencia. Nosotrxs, sobre todo en los casos de “crítica dura”, nos concentramos al máximo en lo que estamos viendo o leyendo. Diría que me da rabia tanta repetición neurótica y tan poco pensamiento, pero he comenzado a acostumbrarme. Ése ha sido otro de los efectos buenísimos de Las pequeñas carnívoras. Nos hemos vuelto cuerudxs.
Los comentarios han mostrado el impacto que había en algunos lectores, los que comentaban. (En la gran mayoría de los casos, por cierto, sin poner sus nombres.) Entonces no necesariamente se sostiene tu idea de que en lugar de mejorar el nivel cultural lo hemos empeorado. Atribuirle a este blog / divertimento tanto poder... Tan típico de cierto clasemedierismo, tan desubicado que realmente cree que el arte y el pensamiento intelectual tiene efectos drásticos en la realidad. La cosas es que te ha puesto a escribir a ti, y parece que te provoca cosas - “te da rabia”, dices. Eso, y los pocos comentarios no maledicentes que hemos recibido nos anima.
Lo que hacemos aquí, para nosotrxs, no está ni remotamente cerca de “molestar envidiosamente”, qué jodido que la cultura conservadora y del parentesco no permita verlo de otra forma. Para nosotrxs es una manera de pensar y hacerlo divirtiéndose, que parece que le da mucha flojera a otras personas. Por otra parte, sólo este tipo de pensamiento ayudan a construir “entornos donde de verdad se produce” y “el nivel es alto”, para ponerlo en tus palabras. Creo que acá hemos ofrecido varias formas de análisis y valoración, no “crítica” en su sentido más chato. Pero si estás convencido de lo que dices, agradecería que te pases el trabajo de extenderlo. Aquí hablo por todxs los contribuyentes. Lo publicamos aquí si quieres. Unx es siempre incompleto, y sólo este tipo de discusiones lo elevan de toda la mierda heredada. Tendríamos el orgasmo de publicar un artículo que nos destruya.
[sigue]
Tu comentario nos confirma que lo que estamos haciendo no está tan mal. Que no pongas tu nombre nos ayuda a discutir e intentar – aunque no hagas mucho esfuerzo en eso – centrarnos en ideas, una cierta idea sobre la crítica, sobre el provincianismo, sobre la cultura conservadora de los artistas bolivianos – que no habríamos hecho de otra manera . Igual, me obliga pensar mucho sobre lo que hacemos. Y eso, en el medio que sólo se dice “interesante tu trabajo” no sucede. Salvo después de una chupa brutal en que, tal vez, alguien se atreva a decirte “una mierda lo que haces”. No sé si alguien habrá pensado “uta esos changos ubican” (y nota tu sesgo patriarcal) pero en definitiva alguien pensó “uta a esos changxs no ubican y hay que hacerlos mierda “. Por un choque entre unxs boludxs, no creo que haya mejorado este país. Sólo sé que ahora soy un poco menos idiota. Ojalá te haya pasado lo mismo.
ResponderEliminarPor fin, no tenemos los datos de la CAMC, tampoco el presupuesto del Ministerio de Cultura ni sabemos quiénes fueron los Jurados del Avaroa :) pero me queda clarísimo que varias cosas que las que hemos dicho aquí nos podrían dejar sin posibilidades de trabajo (que cualquiera que no es muy rico o está vinculado al poder político necesita para sobrevivir) o ganarnos represalias más sutiles pero no menos emputantes, como el ninguneo o el aislamiento. No sólo hemos hablado de cineastas o escritores, sino de gente en posiciones de poder estatales o empresarios de la cultura bastante influyentes. Y aquí los comentarios negativos no se perdonan. (Algo que obvias muy cómodamente, para no reconocernos nada o casi nada.) Tampoco hay que hacerse a la cojuda.
Ah, gracias por las recomendaciones de los blogs. Casi cualquier cosa sobre cine nos interesa. Pero el campo cultural boliviano, por supuesto, no se parece al argentino o al español. Y no veo porque, con la distancia que hay entre ambos, tengamos que pretender imitarlos (otra vez, la maldita condición periférica con la que tenemos que lidiar todos, aun cuando creemos librarnos de ella!).