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sábado, 29 de abril de 2017

Si de devorar se trata | Correos

Aquí uno que recibimos hace más de un año. Interesa sobre todo para mostrar el tipo de mentalidad retrógrada hoy dominante en la (h)es(c)ena cultural boliviana. 



Insectivoro Antiparasitario<insectivoroantiparasitario@hotmail.com>

mié 23/03/2016 06:17 p.m.

Para: pequeniascarnivoras@hotmail.com



No es por armar despute alguno, yaaaah &#X1f60e

Son tan patéticos que sacan un post hablando sobre la importancia del anonimato y no se dan cuenta que hace rato dejaron de ser anónimos.

No son anónimos brothers, no lo son. y no se engañen, todo el que entra a esa página los ve como resentidos sociales, que es la etiqueta que mejor les pega, chupando de lo que generan personas que por lo menos tienen voz, cara y nombre para criticar.

Pero no se preocupen, yo los voy a ayudar solo [sic] 
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por convicción y buen pedo, haré circular sus nombres por las redes para que los conozcan pues, porque hay gente que mencionan y ni idea de quiénes son ustedes y uno les dice pero si este escribía en una revista de cine y este otro en tal periódico, y cri cri cri, por eso tengo los mails de los que han jodido ya sea desde el blog o desde su revistucha. 

[Larga lista de "personajes" cuyos textos hemos criticado aquí]


Hay algunos cuates que son parte indirecta/directa del grupete que armaron y que están entre los supuestos afectados para despistar, igual les llegará el regalillo [Nombre 1, Nombre 2, etc...). &#X1f609

Agregaré los nombres de unos cuantos más solo para que puedan cagarse de risa con nosotros capaz comiendo unos chicharronsitos de la Irpavi, serán del ambiente del cine, de la literatura y de la defenestración para defenestrar del todo. Estoy pensando en algunos medios de prensa, así el blog que tiene tan pocas visitas puede crecer y ustedes alcanzan su meta que es ser conocidos de alguna manera y tirar caquita tranquis.

Ya que no les gusta la mediocridad, ni lo culturalmente admisible, les haré paginita de face con fotitos y datos reales, siguiendo la línea de un anonimato que provoque temblores. 

Esito sería, pasen un jugoso fin de semana: 

[Lista de supuestxs autorxs del blog&#X1f40d ]


Habrá alguno que otro metido sin comerla ni beberla, pero preferible que sobre a que falte, o no? además, el que apoya es pues promotor.

La idea es que aunque ellos no les digan que saben, ustedes ya saben que saben porque yo que sabía les hice saber.

Abrazo de oso
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Este servicio a la comunidad estará habilitado todo el año. De nada.

lunes, 10 de abril de 2017

Una vez basta o la superioridad de los críticos


Jorge Ruiz y Julia Vargas Weise tienen en común más que la inicial del nombre. Ambos han dirigido audiovisuales alimenticios para ONGs, postergando ambiciones estéticas o narrativas en pro de la divulgación de temas de alto impacto social. Vayan de prueba los egregios VHS que produjo el renombrado documentalista para la desaparecida SEAMOS, a finales de los ochenta, y Patricia: una vez basta, un moralista panfleto sobre los riesgos del SIDA que firmó la realizadora cochabambina hace poco más de una década. Quizás habría que sumarle Viernes de soltero; puede que la mejor película de Tonchy Antezana, una cinta menos efectiva en su lucha contra el alcoholismo que la espantosa El cementerio de los elefantes.

Lo que nos interesa es servirnos del "Una vez basta" para caracterizar la forma de pensar de los críticos de cine paceños. Estas gentes creen que es suficiente prueba de su superioridad moral e intelectual sobre los directores, actores y otros involucrados en el mundillo del cine boliviano, asistir a un evento (¿anual?, ¿puntual?) sobre crítica de cine. Una vez basta, proclama Ricardo Bajo en una larga diatriba en la que intenta ajustar cuentas con unos cineastas que parece no tienen derecho de dudar de las credenciales del vasco (muy cuestionables) porque no asistieron a un "conversatorio" sobre cine boliviano. Bajo no mira la viga en el ojo propio, preocupado por la paja en el ojo ajeno; pues, la verdad, tampoco hemos visto a Ricardo Bajo entre el público de, digamos, el festival de cine Radical. Poco más se puede esperar de un tipo que sigue intentando revivir batallitas de hace décadas atrás. Le guste o no, Bellott ganó la "guerra de la llamita", aunque haya perdido por autosabotaje las primeras escaramuzas de ese duelo entre pigmeos intelectuales.

Son argumentos similares a los que esgrime Alfonso Gumucio Dagron en una columna con la que parece autocondenarse al cementerio de elefantes. Tanto Gumucio Dagron como Bajo despotrican contra la tecnología y los jóvenes, ignorando que los organizadores del evento con el que por otro lado tanto se llenan la boca, son millennials que se han sabido mover muy bien usando las nuevas tecnologías. No en vano el núcleo articulador de esa generación de escribientes de cine fue la revista electrónica Cinemas Cine. Es más, Bajo y Gumucio Dagron no se cansan de hablar de la pésima salud de la crítica ignorando que en el marco del evento se lanzó un extenso libro con críticas, casi todas muy malas, pero también casi todas escritas por gente muy joven. Por algo Fernando Molina, en la crítica que dedicó a esa antología, protestó haber sido excluido de la misma básicamente debido a criterios generacionales. Nos parece curioso que nadie más haya reparado en el explícito carácter generacional-consagratorio de ese volumen. ¿Produjo la generación de Gumucio Dagron algo comparable, si no en densidad, al menos en masa?

¿De todos modos, no sería mejor, en lugar de frotarse tanto el ego por haber asistido a un evento cuando los otros no, preguntarse cuán certero fue el título del mismo? La mirada cuestionada. ¿Se puede calificar de "cuestionador" un evento en el que se representa total y exclusivamente al establishment de la crítica cinematográfica boliviana, trayendo incluso de Cochabamba a críticos y productores prejubilados? ¿Esa "mirada" que se quería cuestionar, solo corresponde a la pequeña burguesía occidental de la que provienen todos los panelistas invitados? Un grupo "pequeño y selecto", como lo pone Gumucio Dagron sin sonrojarse. El grueso de ellos venidos no más lejos de Cochabamba. No es todo; muy suelto del cuerpo, y con un racismo / clasismo que no parece haberle escocido a nadie más, Gumucio Dagron dice que los estudiantes de la UPEA son unos ignorantes que, a diferencia del público de la Cinemateca, prefieren bailar caporales a ver películas tan opinables como Milk.

Gumucio Dagron congratula a uno de los panelistas por haber regresado de Europa con herramientas teóricas insólitas en nuestro medio... ¿Y del cine popular que se practica al margen de Socavon Cine o Sanjinés, se dijo algo? Ni Bajo ni Gumucio Dagron asistieron a la jornada dedicada, con un nada accidental desinterés, a agrupar a LGBTs, Alteños y otros bichos raros, como si todos fueran lo mismo; idénticas distorsiones del discurso dominante que se podría aglutinar bajo esa "mirada" que bautizaba el evento. Claro, es más fácil y cómodo llegar a la aventurada conclusión de que todos los cineastas bolivianos que no asistieron a este evento decidieron chacharse porque no leen sobre cine ni piensan el cine que hacen. O, ay de ayes, prefieren pasar su tiempo en sus celulares. ¿Será entonces que Gumucio Dagron no fue a la jornada dedicada a las "Representaciones sociales en el cine boliviano" (sic), porque lo que no sea blancoide y de clase media paceña se la suda? ¿Porque lo social le vale un reverendo carajo? ¿Habría ido al evento si no lo invitaban a hablar y no le daban un Premio Semilla?



Alfonso Gumucio Dagron, La mirada cuestionada 

Ricardo Bajo, Idiotas y críticos, que no es lo mismo